Esperábamos en el jardín que el otro apareciera. El piso tenía ciruelas que caían de los árboles. Yo agarré una y comí.
“Que parezca un accidente”-pensó ella. ¿Cuáles y cuántos podrán ser?
domingo, 18 de octubre de 2009
Dos chicas en la playa.
Dos chicas en la playa. Es una playa de invierno, de cielo blanco. Acostarse en la arena, escuchar chocar el agua.
Nadie las calla pero de repente no hace falta hablar.
Como para nadar a veces no hace falta respirar, y también cuando giro en el fondo, intentando no subir.
No volvamos nunca a la orilla.
Nadie las calla pero de repente no hace falta hablar.
Como para nadar a veces no hace falta respirar, y también cuando giro en el fondo, intentando no subir.
No volvamos nunca a la orilla.
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